Exposición del entonces Secretario de Planeamiento Estratégico Dr. Jorge Castro en el Salón Auditorio del Pasaje Dardo Rocha de la ciudad de La Plata, el 21 de octubre de 1999 |
Globalización e Identidad Nacional
Uno de los efectos más notorios de la revolución de la información en el actual contexto de globalización es la aparición de una infraestructura tecnológica que desata una poderosa corriente horizontalizadora, que tiende a barrer con todo lo burocrático, jerárquico y autoritario y que erosiona el poder de todas las grandes organizaciones, en primer lugar el de los propios estados nacionales.
Por eso es que, contra las suposiciones - en este caso coincidentes - de los apologistas de la globalización como de sus críticos, este fenómeno tecnológico no está asociado a una visión reduccionista y homogeneizadora, propia de las concepciones economicistas, que tienden a dar por supuesta la eliminación de las identidades y la paulatina supresión de las diferencias.
La nueva sociedad mundial nada tiene que ver con la imagen de un mundo plano, carente de pliegues y de rugosidades. Muy por el contrario, como se basa en una revolución tecnológica que desata enormes fuerzas horizontalizadoras que, a su vez, tienden a desechar por obsoletas a las antiguas estructuras jerárquicas y autoritarias, genera por lo tanto condiciones propicias para el estímulo a la descentralización en todos los órdenes, abre también mayores posibilidades al despliegue de las particularidades, a la profundización de las identidades nacionales, regionales, religiosas, étnicas, lingüísticas y sociales, a la potenciación de un amplio abanico de diversidades culturales, a la afirmación de lo diferente.
Renato Ortiz, considera que la modernidad-mundo se realiza a través de la diversidad. En tanto modernidad, privilegia la individuación de las relaciones sociales, la autonomía, la afirmación de aspectos específicos. Sin embargo, esos elementos, en apariencia desconexos, están envueltos por un tejido más amplio. La modernidad está constituida por un conjunto en el cuál el todo se expresa en la individualidad de las partes. Diversidad y semejanza caminan juntas, expresando la matriz modernidad-mundo en una escala ampliada.(1)
Por su parte, Taylor expresa que la globalización no supone un desarrollo uniforme: en lugar de eliminar la diversidad la reordena. Dirá, en definitiva que "el lugar tiene importancia".(2)
El surgimiento de una nueva sociedad mundial, potenciado por la globalización económica, refuerza la toma de conciencia por parte de los pueblos de la noción de la diferencia en relación con otros. Es por eso que se manifiesta, a la vez, la existencia de un mundo globalizado junto con la revalorización de las identidades nacionales.
Por ello, afirma Castells, "la tendencia social y política característica de la década de 1990 es la construcción de la acción social y la política en torno a identidades primarias, ya estén adscritas o arraigadas en la historia y la geografía o sean de reciente construcción en una búsqueda de significado y espiritualidad".
Y agrega: "Debemos tener presente que la búsqueda de identidad es un cambio tan poderoso como la transformación tecnológica en el curso de la nueva historia".
La Argentina y el proceso de construcción de su identidad
La característica de la Argentina frente a esta tendencia mundial es que no tiene un pasado como punto de identificación. El nuestro fue un país deshabitado, sin una civilización indígena desarrollada como en otras latitudes del continente. Fue el más reciente de los poderes españoles en América y el mayor receptor de inmigrantes de América Latina. A tal punto que, a principios de siglo, llegaron a haber cuatro inmigrantes por cada argentino nativo.
Frente a esta realidad, el problema que se plantea es como enfrenta y resuelve la Argentina la tensión entre globalización e identidad nacional, entre lo homogéneo del sistema de producción global y la afirmación de las heterogéneas identidades nacionales como aspecto inalienable de este proceso.
La Argentina sólo puede construir su identidad si la vuelca en un proyecto moderno, orientado hacia el futuro, tal como lo hiciera la generación del ochenta hace ya más de un siglo.
En este sentido, e íntimamente relacionado con lo anterior, La Plata es el fiel reflejo del proceso de construcción de la identidad nacional que realizó la generación del ochenta a fines del siglo pasado y comienzos de éste.
La Plata es, precisamente, la metáfora urbanística de la construcción de la identidad argentina.
Según el historiador Felix Luna, La Plata no es solamente una ciudad. "Es la expresión urbana de un impulso de progreso, de un sentido optimista, triunfalista, que era el meridiano de la época y daba el aire usual a los argentinos de entonces. Considero que así debemos celebrarla, como la realización de un espíritu que dominó una etapa de la existencia del país y hoy quisiéramos vivificar".(3)
La fundación de la ciudad de La Plata
Históricamente, la ciudad de Buenos Aires fue marcando su perfil de ciudad-centro de poder, diferenciándose con respecto a las otras ciudades de la cuenca del Río de La Plata. Tal perfil geopolítico se formalizaría entrada la década de 1880 bajo la presidencia de Roca. En esos años se daría a la ciudad de Buenos Aires el status de Capital Federal, dejando a la provincia más rica del país sin capital.
Hasta 1880 el problema geopolítico fundamental sin solución había sido el tema de la capital de la República. A partir de esa fecha, y solucionada la cuestión anterior, el problema fue transferido a la provincia de Buenos Aires. Esta había sido despojada de su centro político, económico, social y cultural, por lo que sus autoridades tuvieron que comenzar a pensar en las posibles soluciones.
A fines del siglo XIX, la provincia de Buenos Aires concentraba el 70% de la producción del país, el 65% del comercio y el 70% de la renta del Estado. Resultaría difícil creer que esta provincia estaría dispuesta a ceder su ciudad más importante y catalizadora de los procesos de concentración económica para crear una capital provincial de perfil político-administrativo exclusivamente.
En la fundación de la nueva ciudad, futura capital de la provincia más importante del país, tuvieron especial relevancia las ideas de la generación del ochenta, en particular las de Juan Bautista Alberdi.
Alberdi sostenía la tesis de que la capital de un Estado no puede ser otra ciudad que aquella que reúna la mayor cantidad de elementos de poder económico y por ello debe ser simultáneamente centro administrativo y gran mercado.
La genialidad de la generación del ochenta estaba en plantear el desafío de una ciudad moderna planificada y concebida desde su origen en sintonía con los intereses y relaciones imperantes. Así, la capital sería proyectada como un puerto de entrada y salida del poderío comercial y de la producción de una provincia que no se resignaría a ceder el manejo de sus intereses.
Es la primera ciudad proyectada antes de construirse, con ideas tributarias del racionalismo triunfante con la Revolución Francesa. En este sentido puede decirse que es la primera ciudad construida en el mundo de acuerdo a las ideas republicanas, en medio del afianzamiento de la revolución industrial, la consagración de la ciencia positivista y el nacimiento de la utopía de una vida social y ecológicamente más armónica.
La epopeya sucedió en el siglo del progreso, el afianzamiento de la revolución industrial, el definitivo acceso al poder de las burguesías urbanas, la consagración de la ciencia positivista e iluminista de los principios cartesianos. Y es el mismo donde comienzan a extenderse los principios de solidaridad socialista, la utopía de una vida social y ecológica más armónica y la consolidación de los principios de justicia y orden, amparados por la democracia de la época, que priorizaba nuevas metas como el cuidado de la salud, la educación pública generalizada, la disponibilidad de espacios verdes, los nuevos sistemas integrales de alcantarillado y agua potable, la luz eléctrica y los transportes urbanos eficaces.
Debe destacarse que La Plata es la única ciudad diseñada de la etapa republicana independentista en América del Sur, que conserva prácticamente intacto su casco fundacional. Se trata, por lo tanto, de un testimonio vivo de la voluntad de libertad, progreso, racionalidad cartesiana y estética integral que signaron los altos ideales de esa época.
La Traza Fundacional
La Plata es un ejemplo de planificación urbanística de avanzada del Siglo XIX, según los máximos preceptos del arte y la ciencia urbana que se habían desarrollado en las escuelas de mayor predicamento mundial de la época, pero también como ejemplo del "higienismo" (hoy ambientalismo) que comenzaba a abrirse paso en esas épocas.
Hay que tener en cuenta que durante el siglo XIX se consolidan los avances tecnológicos y el desarrollo industrial, lo que provoca un crecimiento desmedido de las ciudades. Esto trajo como consecuencia la modificación de los centros urbanos. Ya se trate del ensanche y remodelación o de la creación de nuevas ciudades, existe un elemento común: la necesidad de claridad, de racionalidad y de rigor geométrico. Se ha dicho que es el siglo de la línea recta aunque, sumado a ello, aparece la necesidad de revalorizar el espacio verde.
La obra se realizó con habilidad y energía resultando un producto muy de acuerdo con las ideas del siglo XIX. Prueba de esto es que en el año 1889, cuando se realiza la famosa exposición de París, la ciudad de La Plata fue presentada y recibió una medalla de oro.
La nueva ciudad, ideada como un damero atravesado por diagonales, previó frondosas arboledas, una plaza cada seis cuadras, nuevos sistemas integrales de alcantarillados y agua potable y fue la primera en la Argentina en contar con luz eléctrica y transportes urbanos eficaces.
Tres valores esenciales convergen para resaltar el importancia de la ciudad de La Plata:
* El valor histórico-político: La Plata ha sido una prenda de pacificación nacional, otorgándole a la provincia de Buenos Aires una nueva capital para sustituir a la antigua ciudad de Buenos Aires, cedida por la provincia a la Nación como Capital Federal de todos los argentinos.
* El valor socio-cultural: concibiendo a la ciudad capital como un faro cultural y científico, al cual convergieron rápidamente científicos y artistas de diferentes nacionalidades, que durante décadas nutrieron el desarrollo del conocimiento en América Latina.
* El valor técnico-estético: concretando un modelo de ciudad verdaderamente avanzado para la época, que aún hoy conserva intactos casi todos sus atributos fundacionales y demuestra con su perdurabilidad su concepción prospectiva, que integró el arte urbano (síntesis del clacisismo y el barroco) con la naciente ciencia urbana del siglo XIX, basada en valores higienistas, ecológicos, de movilidad peatonal y vehicular y de calidad residencial. Y es esta conjunción de ideas, que en buena medida se retoman hoy con el reclamo universal por un desarrollo urbano más sustentable y al servicio del hombre, que se focaliza como síntesis del carácter patrimonial de esta ciudad.
El fundador y el diseñador
El entonces gobernador Dardo Rocha fue el encargado de llevar adelante esta obra. El 27 de abril de ese año se eligió al municipio de La Ensenada como el sitio ideal, encomendando al gobierno provincial la fundación de La Plata, nombre que la tradición atribuye al autor del Martín Fierro, José Hernández.
En 1880 se reveló como uno de los más decididos partidarios de la federalización de la ciudad de Buenos Aires. Al asumir el gobierno de la provincia en 1881, anunció el firme propósito de solucionar las discordias suscitadas por la "decapitación" de la provincia y en marzo de 1882, envió el proyecto a la legislatura para erigir la nueva Capital. Aprobada la ley, dispuso que el 19 de noviembre de ese mismo año se colocara la piedra fundamental de la Capital Bonaerense.
El ingeniero Pedro Benoit, junto con un equipo de prestigiosos urbanistas, fue el encargado de diseñar la ciudad, llamándose a concurso internacional para los proyectos de los edificios públicos más importantes. Pedro Benoit nació en Buenos Aires, en 1836, hijo del Arq. Pierre Benoit y de María Josefa de las Mercedes Leyes.
A él se debe la creación de la Escuela Santa Catalina donde se formaron los primeros agrimensores argentinos, las obras de rectificación y canalización del Riachuelo y el trazado de la ciudad de La Plata, cuya perfección geométrica elogiaron los más grandes urbanistas del mundo.
Dardo Rocha y Benoit no calcaron la ciudad de otras existentes. Señalan sus biógrafos que acaso se inspiraron en Leonardo Da Vinci, quien fijó la conformación de la urbe en el cuadrado, dividiendo la viabilidad en paralelas y diagonales, y señalando como lugar más apropiado para fundar una ciudad la llanura, cerca de un río o puerto, con arterias alineadas y rectas y una zona central en la que se distribuyen los edificios públicos.
La importancia de los municipios en el nuevo contexto
Las grandes transformaciones acaecidas en el ambiente global, nacional y provincial llevan a una reformulación en las formas tradicionales de gestión del municipio.
En primer lugar, y a escala mundial (global o planetaria), el proceso de globalización y la revolución tecnológica llevan a la obsolescencia a todo lo burocrático, centralizado y jerárquico, rígido y sin capacidad de adaptación, otorgándole gran protagonismo a las estructuras flexibles, dinámicas, con capacidad de ajuste y adecuación, amplio conocimiento de la realidad concreta y canalizadoras de formas de participación de la sociedad civil.
En segundo lugar, y ya a escala nacional, se desarrolla el proceso de reforma estructural del Estado, a partir de la estabilización macroeconómica, la apertura de la economía y los procesos conjuntos de privatización, que llevan al achicamiento de la Administración Central, la descentralización (provincialización y municipalización), la desconcentración y la delegación de funciones.
A estos factores se suma el proceso de consolidación democrática y las demandas de la sociedad civil de participación para canalizar sus requerimientos e inquietudes y ser protagonistas en la formación de su propio destino.
De esta manera, a las tradicionales actuaciones municipales (de naturaleza meramente operativa y ejecutora) se suman otras de horizonte estratégico. De este modo, los gobiernos locales empiezan a definir modelos económicos, sociales y territoriales para sus ciudades.(4)
Los municipios serán, en definitiva, los principales artífices en el proceso de desarrollo de sus comunidades y tendrán un importante protagonismo, a partir de su capacidad de respuesta a los desafíos del ambiente y de planificación, en el rol de agentes promotores del desarrollo local-regional.
En el transcurso de los últimos años los gobiernos locales no sólo han ampliado considerablemente sus funciones, sino que también han extendido su importancia y sus capacidades planificadoras pasando a ocupar un rol central en el desarrollo de sus comunidades.
Las ciudades globales
En la revolución tecnológica del capitalismo de fin de siglo la información se vuelve instantánea. La reformulación de lo espacial genera una crisis de las ciudades en el mundo entero dado que la globalización de la infraestructura como sustento de la industria perdió razón de ser. Este fenómeno de descentralización y diseminación de lo urbano, por la desaparición o el debilitamiento de la industria en términos tradicionales, está acompañada por un peso cada vez mayor, en las ciudades, de los servicios de alta complejidad destinados a satisfacer esta industria basada en el procesamiento de la información que actúa en la economía mundial.
Sólo algunas ciudades son capaces de atraer servicios de alta tecnología, de alta complejidad. La razón de la dificultad para atraer estos servicios de alta complejidad y nivel tecnológico, es que ellos demandan como una exigencia de orden estructural un altísimo nivel de coeficiente intelectual y de vida cultural. Lo característico de la tecnología en la etapa de la revolución tecnológica de procesamiento de la información es la necesidad de una inteligencia cada vez más simbólica y menos instrumental. Esta forma de inteligencia no requiere una aplicación en tareas definidas de tipo mecánico, sino que se centra en la capacidad para conceptualizar.
Por esto, en la etapa de la globalización de fin de siglo, ciudades mundiales y alto nivel cultural van unidas. Según Ricardo Petrella, las ciudades mundiales son los "nudos activos" de la globalización. Dicho de otra manera, en términos espaciales hablar de globalización equivale a hablar de ciudades mundiales como centros de servicios de alta tecnología sin las cuales la industria no podría funcionar.
La proyección de La Plata como ciudad global
La Plata es la Capital del primer Estado argentino, el más populoso y el más desarrollado, siendo, también, asiento de casi todos los organismos y autoridades centrales.
Su población es de 542 mil habitantes, destacándose por su ubicación estratégica, dada la cercanía a la Capital Federal (59 km.), a la costa rioplatense (16 km.) y su vecindad con el Puerto de la Plata.
El Producto Bruto del Partido de La Plata representa el 3,9% del total provincial. El sector de mayor importancia relativa en el valor agregado es el sector terciario, que participa con el 66,4% del valor total generado, correspondiéndole un 23,7% al sector secundario y un 9,9% a las actividades primarias.(5)
El valor agregado agrícola representa el 94% del total en el sector primario, siendo la actividad agrícola más relevante la horticultura. La superficie implantada con hortalizas representa el 6,5% del total de la superficie implantada en la Provincia.(6)
El Parque Industrial es un importante polo de crecimiento y de atracción de capitales nacionales y extranjeros. En el mismo ya se radicaron 22 empresas de primer nivel, con una inversión de 80 millones de pesos y la creación de 5.000 empleos directos e indirectos.
La Plata cuenta con un Polo Tecnológico Industrial de gran envergadura. La investigación científica y la aplicación tecnológica vienen ejerciendo una importancia creciente en la actividad económica, poniéndose en evidencia el papel que cumplen la ciencia y la tecnología como nuevas fuerzas productivas. El Polo Tecnológico expresa el esfuerzo coordinado y conjunto de empresas, universidad y gobierno. Numerosas empresas ya se han localizado en las instalaciones del Polo, entre ellas IBM, a partir de un proyecto que contempla la implementación de un Centro de Entrenamiento en Ingeniería de Software, tecnología en traducción y un laboratorio de control de calidad de software.
La Zona Franca de La Plata es reconocida por su importancia. La misma tiene un ingreso mensual (a diciembre de 1998) de más de 123.000.000 pesos y el acumulado de ese ejercicio ascendió a 964.000.000 pesos. La ventaja comparativa de la zona franca radica en su cercanía a un puerto operable, la disposición de mano de obra calificada y al equipo complementario de alto nivel. De esta manera, la misma se constituyó en una suerte de vidriera de exportación y un potente motor de desarrollo de la región.
Las actividades con mayor participación relativa en el Producto Bruto Interno de la región son, por un lado, las relacionadas con los productos derivados de la destilación del petróleo, incluyendo la producción de combustibles líquidos y gaseosos (etano, butano, propano), aceites y grasas lubricantes y otros productos derivados de la refinación de petróleo. Por otro lado, destacan las actividades relacionadas con la fabricación de sustancias químicas, tanto los utilizados por otras industrias como insumos o como catalizadores en el proceso de producción o productos finales como plaguicidas o fertilizantes. A ellas se suman las industrias básicas de hierro y acero, las industrias metálicas básicas y las fábricas de alimentos, bebidas y tabacos.
Por su parte, el municipio, en 1991, contaba con un presupuesto anual de 80 millones de pesos, destinándose el 10% a obras públicas y el 60% a gastos en personal. En 1999, el presupuesto municipal ascendió a 140 millones de pesos, con un 80% de recursos propios y una ejecución equilibrada que permite destinar el 33% a obras públicas (la mayor inversión a nivel municipal en el país) y reducir el gasto en personal al 35% del presupuesto.
El Banco Municipal es un verdadero líder en la región. En 1991 ocupaba el puesto 112 del ranking de entidades financieras del país, mientras que en la actualidad se encuentra en el puesto 40. Los depósitos eran de 24 millones de pesos, mientras que hoy ascienden a 231 millones.
Desde su fundación la ciudad de La Plata fue un importante centro cultural. La ciudad cuenta con tres universidades prestigiosas en Latinoamérica, y con una historia sumamente rica en el campo de la cultura, del debate de las ideas y de la investigación científica.
Una de ellas, la Universidad Nacional de La Plata, cuenta con 15 Unidades Académicas ( 14 Facultades y 1 Escuela Superior) en las que se distribuyen los aproximadamente 50.000 estudiantes que cursan alguna de sus más de 90 carreras de grado y de postgrado.
En sus cátedras, institutos, centros y laboratorios de investigación, trabaja un número de docentes e investigadores superior a 2.000 en una amplia variedad de temáticas. A través de esta actividad se realizan valiosos aportes a la ciencia, el arte, la industria, la economía, las ciencias sociales y humanas, el derecho, entre otras, que aportan al mejoramiento de la calidad de vida. Valgan como ejemplos el banco de ensayo de turbinas, uno de los más avanzados de su tipo; el Bioterio de la Facultad de Ciencias Veterinarias, que abre nuevas perspectivas a las investigaciones biomédicas; los revolucionarios estudios sobre materiales cerámicos superconductores; el Laboratorio de Alta Tensión, que cuenta entre sus logros redes eléctricas que en su momento fueran de última generación; estudios sobre ambiente y patología ambiental; sobre estrategia y defensa y otras múltiples líneas de investigación.
Forman parte asimismo de esta Casa de Altos Estudios cinco Colegios que cubren desde el nivel inicial hasta el ciclo superior de la enseñanza pre-universitaria. La docencia, la investigación y la extensión configuran los pilares básicos de esta Universidad.
Tercera en orden cronológico, después de las de Córdoba y Buenos Aires, la Universidad de La Plata albergó a pensadores, científicos y artistas como Ricardo Rojas, Ezequiel Martínez Estrada, Leopoldo Lugones, Francisco y José Luis Romero, Alfredo Palacios, Rafael Alberti, Arturo Capdevilla, Amado Alonso, León Felipe, Silvio Frondizi, entre otros.
La Universidad Tecnológica Nacional es una institución educacional de estudios superiores que tiene la misión específica de crear, preservar y transmitir la técnica y la cultura universal en el campo de la tecnología. Cuenta actualmente con 29 Unidades Académicas, distribuidas a lo largo y a lo ancho del país.
La Facultad Regional La Plata, creada el 24 de setiembre de 1954, surge como una necesidad de la época, inmersa en las transformaciones culturales y sociales. Hoy la facultad Regional La Plata, cuenta con una planta de 7,000 metros cuadrados cubiertos y a 38 años de su creación ha entregado al medio industrial más de 1.800 egresados en distintas especialidades, quienes con sus conocimientos y experiencias contribuyeron al desarrollo nacional y así lo seguirán haciendo. La Universidad Tecnológica Nacional brinda asistencia técnica y profesional a diversas empresas privadas y organismos públicos, destacándose el convenio que tiene con la municipalidad de La Plata relativo a las obras públicas que ejecuta este municipio.
La importante oferta educativa es ampliada por la prestigiosa Universidad Católica de La Plata, que posee seis unidades académicas en la ciudad y una más en la ciudad de Bernal, en la provincia de Buenos Aires.
A esto se suman 136 establecimientos educativos preprimarios, 224 primarios, 34 secundarios, 7 de enseñanza técnica no universitaria y 6 establecimientos artísticos.
En un ambiente de vasta tradición cultural y educativa, la ciudad ha aportado grandes personalidades que contribuyeron al progreso y desarrollo de la Nación. Entre sus hijos más notables se pueden mencionar al pintor Emilio Pettoruti, considerado uno de los maestros del arte moderno en el mundo; los poetas Almafuerte, Francisco López Merino y Roberto Themis Speroni; el cardiocirujano René Favaloro y distinguidos intelectuales, hombres de ciencia, políticos y deportistas.
En el mes de octubre de 1998, la UNESCO incluyo a la ciudad en una lista tentativa entre otros cuatro sitios de nuestro país, que aspiran a alcanzar la designación como Patrimonio de la Humanidad. Esto ya supone un importante reconocimiento que potenciará aún más su vida cultural.
Hoy, la reconstrucción del Teatro Argentino sitúa a La Plata como uno de los centros culturales más importantes del país, con una proyección internacional de gran envergadura.
Desde sus inicios, la Universidad por un lado, el asiento de la administración bonaerense por el otro, el puerto flamante, sus hornos de ladrillos, los maestros artesanos, el cinturón de quintas y granjas que ceñía el dibujo fundacional, fueron tejiendo un perfil no solo cultural, sino también productivo de gran trascendencia.
Hoy el tejido productivo importante, junto con un nivel cultural elevado y un sector público dinámico contribuyen a proyectar internacionalmente a la ciudad. La infraestructura es el otro de los elementos clave para reforzar esta tendencia.
En este sentido, las nuevas obras proyectan a La Plata como una ciudad de gran envergadura regional. El puente internacional Punta Lara- Colonia es fiel reflejo de lo anterior. El mismo contara con una extensión de 42 kilómetros, por lo que será el más largo del mundo, y traerá múltiples ventajas a la región, potenciando la producción y el comercio regional, al constituirse en la puerta local del MerCoSur. Reducirá la distancia existente de Buenos Aires a Montevideo de 552 a 227 km. y a Punta del Este de 692 a 347 km. El proyecto creará durante cinco años 4.800 puestos de trabajo y una vez habilitado permitirá el cruce de 1.400.000 vehículos por año (unas cinco millones de personas).
El puerto de La Plata, considerado de ultramar por sus características de acceso y complementario al puerto de Buenos Aires por su proximidad, ofrece perspectivas inmejorables para el comercio exterior.
A ello se suma una importante red de comunicaciones con el principal centro urbano del país, la Capital Federal, situada a sólo 59 km. La autopista La Plata-Buenos Aires es una poderosa vía de comunicación que refuerza el intercambio en el área metropolitana, agilizando la accesibilidad e integrando a La Plata al corredor bioceánico del MerCoSur.
La Plata fue al momento de su fundación el fiel reflejo de la construcción de la identidad nacional que realizó la generación del ochenta. Hoy, a partir no sólo de su ubicación estratégica, sino también como consecuencia de su activa vida cultural, su compleja red de infraestructura y comunicaciones, junto con un dinámico y pujante tejido productivo local, La Plata se proyecta como una importante ciudad, protagonista indiscutida en el concierto de ciudades regionales y de proyección global, con una constante e indiscutida relevancia en este continuo proceso de construcción de la identidad nacional argentina.
Notas
1 Renato Ortiz, "Otro Territorio. Ensayos sobre el mundo contemporáneo", Universidad Nacional de Quilmes, Buenos Aires, 1996.
2 Peter Taylor, "Geografía Política. Economía-Mundo, Estado-Nación y Localidad", Trama Editorial, Madrid, 1993.
3 Municipalidad de la Plata, "La Plata, Argentina", Dirección General de Prensa y Comunicación Social de la Municipalidad de La Plata, 1999, pág. 15.
4 Informe España 1997. Una interpretación sobre la Realidad Social. Capítulo VIII: "Veinte años de Ayuntamientos Democráticos: el Retorno de la Política Local", CECS-Fundación Encuentro, España, 1997.
5 Banco Municipal de La Plata, "Invertir en La Plata", 1992.
6 Idem.
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Jorge Castro , 21/10/1999 |
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