La próxima Web.

 

Tim Berners-Lee, el creador de la WWW, coordina un gigantesco esfuerzo para dar un gran salto en el ciberespacio: la Web semántica, una red inteligente capaz de comprender el lenguaje humano.
En 1990, Timothy J. Berners-Lee tomó dos decisiones importantes y, además, protagonizó un hecho histórico: se casó y decidió no patentar el software que había creado mientras trabajaba en el Centro Europeo de Investigación Nuclear - CERN - (ubicado en los Alpes, cerca de la frontera entra Francia y Suiza), que permitió el desarrollo de la World Wide Web. El Día de Navidad de ese mismo año, este físico inglés que estudió en el Queen's College de Oxford encendió el primer servidor web del planeta.

Bill Gates, en cambio, que nació pocos meses después en Seattle, en el mismo 1955, optó por patentar las creaciones de software de su empresa Microsoft y se transformó en el hombre más rico de la Tierra.

Berners-Lee aún continúa prefiriendo dejar los resultados de sus esfuerzos al conjunto de la humanidad. Su objetivo actual es lograr, para 2005, reemplazar la actual WWW por la Web Semántica, una red inteligente que finalmente comprenderá los lenguajes humanos y que hará que trabajar con computadoras sea tan fácil como trabajar con personas.

Este proyecto es un esfuerzo en el que participan centenares de mentes, en el que Tim actúa como director de orquesta, desde su cargo de titular del World Wide Web Consortium - W3C -, un organismo fundado en 1994 que es el regulador de la tecnología y los estándares de la red. Con base en el Massachussets Institute of Technology, W3C construye su presupuesto con la membrecía de más de 400 corporaciones, cada una de ellas con su propia agenda de negocios. Lo que significa, obviamente, que los conflictos de intereses están instalados en el orden del día de todo el año y que deben ser manejados mediante un poder-red, a través de sucesivas crisis en tiempo real.

Navegando en este Mar de los Sargazos, Berners-Lee pretende que la Web Semántica no sólo comprenda el significado de las palabras y los conceptos sino también las relaciones lógicas entre ellos.

¿Cómo funcionan y/o funcionarán estos avances para los usuarios finales? La creación de Berners-Lee en el CERN fue el HTML, un lenguaje de software que solamente especifica la apariencia de una página web: qué colores están allí, qué tipografías y en qué tamaños se usan, dónde están ubicados los elementos gráficos. Para un navegador (browser) o cualquier otro programa de software, todo lo que no sean estas definiciones de ubicación es incomprensible.

El XML, su lenguaje sucesor aprobado por W3C en 1998, avanzó un paso definitivo: Fue creado para ayudar a un nuevo tipo de software, denominado "agente inteligente" a identificar los diferentes tipos de datos de la WWW; hoy ya está siendo empleado por 300 empresas generadoras de software en el desarrollo de nuevas aplicaciones. Las etiquetas de XML le dan significado a los elementos de una página en Internet. Un ejemplo clásico son las etiquetas "", "" e "". Con elementos como estos, universidades e investigadores privados están trabajando con un nuevo esquema para el tratamiento médico, bajo los auspicios de la Administración de Veteranos de Guerra y la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.

El segundo elemento que necesitan los agentes de software es un marco de descripción de recursos, una combinación de diccionario y tesauro de las etiquetas de XML, que les permitirá comprender la sintaxis de la información de las páginas web.

Finalmente, una especie de enciclopedia, que en la jerga de la Web Semántica llaman pomposamente "ontología", detalla las relaciones entre las definiciones de las etiquetas del XML y los conceptos del marco de descripción de recursos.

El grupo de trabajo que dirige Berners-Lee es un pulpo cuyos tentáculos alcanzan a los cinco continentes. Un staff de 60 personas coordina los esfuerzos de cientos de investigadores en casi un centenar de centros, predominantemente universitarios y gubernamentales.

Esto no es casual. James Hendler, un científico de la computación de la Universidad de Maryland, admite, después de trabajar veinte años en el área de la inteligencia artificial, que "es muy difícil lograr la atención de las empresas".

Pero no del Pentágono. Después de todo, fue la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA) la que creó las entrañas de Internet hace más de tres décadas. En 1998, DARPA lanzó su propio lenguaje DAML, se asoció a W3C y contrató a Hendler para desarrollarlo en consonancia con el XML. El Departamento de Defensa está interesado en desarrollar sistemas basados en agentes de software para tareas de comando y control en operaciones militares conjuntas, sean multifuerzas o multinacionales.
Agenda Estratégica , 08/04/2002

 

 

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