|
JORGE CASTRO - TRES AÑOS DE KIRCHNER |
Texto de la exposicion realizada por Jorge Castro en la última reunión mensual del centro de reflexión para la acción política Segundo Centenario, que tuvo lugar el pasado martes 2 de mayo en la sede de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES), calle Paraguay 1239, primer pìso) |
En los últimos tres años, la economía mundial se ha extendido a una tasa anual promedio del 5%. Es el mayor nivel de crecimiento de la economía mundial en 30 años. Esto tiene una segunda característica: Según señala el FMI en su informe de abril, todas las regiones del mundo sin excepción crecen al mismo tiempo. De los 184 países representados en el FMI, sólo hay tres que en este año 2006 no están creciendo. El Africa sub sahariana, los 47 países del Africa Negra, el año pasado crecieron 5%. Este año van a crecer 5.6, más del 5%. Esto quiere decir que la región del mundo, el Africa subsahariana, la región que se extiende desde el Magreb a Sudáfrica, que estuvo marginada del crecimiento de la economía mundial en los 30 primeros años que se desarrollaron desde el surgimiento de la globalización en la década del 70, en los últimos 3 años está creciendo a un ritmo similar a los de más alto nivel expansivo de la economía mundial, o más. En América Latina, todos los países de la región crecen sin excepción y la previsión para este año de crecimiento es que la región va a estar en el orden del 5% de crecimiento, o más.
Primer trimestre de este año, 2006: la economía norteamericana es el 30% del producto bruto mundial. Pero en relación a la demanda mundial, el rasgo característico de la economía norteamericana es que su demanda tiene una importancia mucho mayor que la que tiene su peso en el producto mundial. La demanda norteamericana, ella sola, esto es lo que los norteamericanos compran y consumen, es más del 50% de la demanda mundial. Este país, en primer trimestre de este año, creció a una tasa anualizada del 5%.
La República Popular China creció el año pasado el 9.5%. El gobierno chino manifestó que era la última vez que iba a crecer a una tasa semejante, porque precisamente por lo que esto implicaba del carácter verdaderamente explosivo de este nivel de expansión, que por otra parte es el mismo que como promedio tiene en los últimos 28 años. Este año 2006 iba a haber una disminución significativa del crecimiento de la economía china. Lamentablemente, la propuesta del gobierno chino ha sido refutada por los hechos. En el primer trimestre de este año, la economía de la República Popular China ha crecido 10.5%. Esto está acompañado por una aceleración de su irrupción en la economía mundial. En términos de comercio internacional, la suma de las exportaciones y de las importaciones, el resultado es el siguiente: China ya es el cuarto país del mundo en términos de producto bruto interno, pero en relación al comercio internacional, esto es la suma de las exportaciones más las importaciones chinas, como crecen el 26% anual, según cifras del 2005, que se repiten en este primer trimestre de este año, en realidad China ya es la tercera potencia comercial del mundo, después de Estados Unidos y Alemania, antes que Japón.
El cálculo de la OCDE, la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico, de los 32 países económicamente más avanzados, es que con este ritmo de crecimiento del comercio internacional chino, que es dos veces, y a veces tres veces, superior al ritmo de crecimiento del comercio internacional mundial, en el 2010, quiere decir mañana, China va a ser la primera potencia comercial del mundo, por encima de Estados Unidos y de Alemania y que hacia el 2015, en 9, 10 años, China va a tener un grado de participación en el comercio internacional de aproximadamente el 50% del total.
El resultado de todo esto es que en año 2006 la economía mundial vuelve a crecer al 5% anual. La estimación del FMI es que este ritmo de crecimiento de la economía mundial, que es el mismo de los últimos 3 años, prevé que se repita, se mantenga, al menos por 2 años o más. Por eso está previendo para el 2007 una tasa de crecimiento del 4.7%, 5%.
América Latina: lo que aparece en América Latina son dos fenómenos. Uno es el hecho de que la región en su conjunto, esto es el conjunto de países que se encuentran situados desde el Río Bravo, México hasta Tierra del Fuego, en conjunto si bien su comercio internacional ha crecido extraordinariamente, crece a un ritmo menor que el crecimiento del comercio internacional en su conjunto, y además, más significativo todavía, que la participación de la región en lo que se refiere a la atracción de inversión extranjera directa de las empresas transnacionales en vez de aumentar disminuye. Esto quiere decir que el total de la inversión extranjera directa, que es el instrumento principal de acción de las empresas transnacionales que son los actores principales de la globalización, tiende a concentrarse en el Asia Pacífico con eje en China, que recibe un 44% del total de la inversión que se dirige a los países emergentes. América Latina el año pasado recibió el 22%, Asia Pacífico 44 %. China el año pasado sola atrajo más inversión de las transnacionales que toda América Latina sumada.
Ahora, esto tiene cierta importancia, porque en el mundo de hoy el comercio internacional, esto es la suma de las exportaciones y de las importaciones, es fundamentalmente la obra de las empresas transnacionales. Aproximadamente dos tercios del comercio internacional de hoy es el comercio que realizan las empresas transnacionales entre sí o que tiene lugar entre estas empresas transnacionales y sus asociadas o afiliadas en el mundo entero. Lo que está ocurriendo, en definitiva, es que la región latinoamericana, frente a este fenómeno central de la época, que es en realidad el núcleo de la globalización, esto es, es el núcleo de la acumulación capitalista mundial en esta etapa histórica, comercio internacional, obra de inversión extranjera directa de las empresas transnacionales en una relación de causa efecto, la región latinoamericana está perdiendo importancia relativa frente al mundo asiático con eje en China.
Luego, hay un segundo fenómeno en América Latina, que es su fractura profunda en términos geopolíticos y neoeconómicos. Hay dos América Latina. Una es la que va desde México hasta Panamá, la América Latina del norte, plenamente integrada a la economía norteamericana, esto es Estados Unidos y Canadá en términos económicos, comerciales y también en el ámbito de la seguridad. Toda esa América Latina del norte tiene en funcionamiento, en ejecución, acuerdos de libre comercio, esto es procesos institucionalizados de integración, con los Estados Unidos y Canadá, desde el NAFTA con México al tratado de libre comercio firmado el año pasado por Estados Unidos con Centroamérica y República Dominicana, el CAFTA.
Queda la otra América Latina, que es la del sur, aquélla que se extiende desde Panamá a Tierra del Fuego. Esta América Latina del sur, o para ser estrictos América del Sur, en un sentido político es hoy la única América Latina que tiene relevancia internacional, porque la otra se ha convertido en un espacio cada vez más integrado de la economía norteamericana, Estados Unidos y Canadá. México hoy es en el sur de Estados Unidos lo que Canadá en el norte, sólo que más pobre. Pero en América Latina del sur, esto es América del Sur, se da la siguiente situación: toda la región crece a las tasas más altas de los últimos 25, 30 años, al mismo tiempo que pierde importancia relativa en el comercio internacional y atrae cada vez menos inversión extranjera directa de las empresas transnacionales. Pero, a su vez, es una región donde tienen lugar nítidamente cuatro tendencias, en principio paralelas, pero que pareciera que, al igual que los gobiernos de centro izquierda en la Italia de Aldo Moro, son paralelas que tienden a converger.
La primera tendencia es la tendencia a la ingobernabilidad en la región. Esto es: desde 1989 a agosto del año pasado, 2005, en América del Sur son 13 los presidentes constitucionales que han tenido que renunciar anticipadamente, sin cumplir su mandato, al encontrarse ante situaciones de ingobernabilidad. En realidad en América del Sur, el número de presidentes constitucionales que renuncia anticipadamente al no poder ejercer el poder político democrático en situaciones de crisis es tan alto que pareciera que la regla se ha invertido. La regla en América del Sur puede formularse de la siguiente manera: en América del Sur, los presidentes constitucionales no terminan su mandato, salvo excepciones. Y la excepción se da nada más que en 3 países: uno es Chile, el otro es Uruguay y el tercero es Colombia, ninguno más. Hay algunos casos en que esta tendencia de fondo, este hilo rojo de ingobernabilidad, adquiere características extremas. Por ejemplo, Ecuador: en 10 años ha tenido 9 presidentes constitucionales. Por ejemplo Bolivia, en los últimos 2 años y medio ha tenido 3 presidentes constitucionales. Por ejemplo la Argentina, en sólo 6 meses tuvo 5 presidentes constitucionales. En definitiva, un hilo rojo que recorre la región en materia de ingobernabilidad. Esta ingobernabilidad se manifiesta en proliferación de los conflictos, acentuación de la polarización, fragmentación generalizada de las instituciones estatales, ya sea de carácter nacional o regional. Hace 10 días, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, decidió retirar a su país de la Comunidad Andina de Naciones (CAN). Es la ruptura del Pacto Andino del cual Venezuela es miembro fundador. Adujo, para fundamentar esta decisión, que 3 de los miembros de esa Comunidad Andina de Naciones han firmado acuerdos de libre comercio bilateral con Estados Unidos o se aprestan a hacerlo. Son Colombia, Perú y Ecuador. Otro de los integrantes iniciales fundadores del Pacto Andino, que era Chile, se retiró en 1975 y, significativamente, es el primero de los países de la región andina que firmó un acuerdo de libre comercio de carácter bilateral con los Estados Unidos, lo que hizo el presidente socialista Ricardo Lagos y entró en ejecución el 1° de enero del 2004.
Segunda tendencia: en América del Sur hay un notorio y evidente repliegue estratégico norteamericano, América del Sur es la única región del mundo que para Estados Unidos en este momento no ofrece ninguna amenaza de orden estratégico, ni terrorismo transnacional, ni armas de destrucción masiva ni estados fallidos que puedan salir del santuario para el terrorismo transnacional y que, a su vez, puedan abrir paso a la utilización de armas de destrucción masiva. Además, desde el 11 de setiembre del 2001 Estados Unidos ha hecho un replanteo de sus prioridades estratégicas en el mundo. Las amenazas estratégicas para Estados Unidos no están en América del Sur sino en otras partes, sobre todo en Medio Oriente y, en especial, en dos países de Medio Oriente: Irak e Irán. Por eso, lo que ha ocurrido en América del Sur es que Estados Unidos se ha replegado en términos estratégicos políticos de seguridad, no está en la región. La agenda norteamericana o, mejor dicho, la acción norteamericana en América del Sur tiene nada más que dos componentes: una agenda comercial, de negociación, de acuerdos de libre comercio de carácter bilateral, y un solo compromiso o política de carácter político estratégico de seguridad que es la alianza político estratégica que mantiene con Colombia. Agenda comercial, Colombia, nada más. En el resto de la región, repliegue.
Tercera tendencia, por ahora paralela pero recuerden, sobre todo en la Argentina, que tiene la mitad de su población de origen italiano, que es probable que sea también otro país donde, al igual que en Italia, las paralelas converjan. Esta tendencia es la siguiente: año 2005, Venezuela colocó en el mercado internacional petróleo y derivados por 55 mil millones de dólares. Venezuela además tiene los mejores términos de intercambio de toda América Latina, porque la relación entre lo que Venezuela exporta y lo que Venezuela importa es casi 3 a 1. La semana pasada tuvieron lugar dos encuentros internacionales en la región, dos cónclaves. Uno tuvo lugar en Asunción, el otro en San Pablo. Reunión en Asunción: estuvieron presentes el presidente Evo Morales de Bolivia, el presidente Nicanor Costa Frutos de Paraguay, el presidente Tabaré Vázquez de Uruguay y el presidente Hugo Chávez de Venezuela. Objeto central de esa reunión: un gasoducto proveniente de Bolivia, que proveería de gas a Paraguay y a Uruguay, financiado obviamente por Venezuela. Dos días después se realizó otro cónclave, esta vez en San Pablo. En ese cónclave estuvieron presentes tres mandatarios: Luis Ignacio Lula Da Silva de Brasil, Néstor Kirchner de Argentina y, nuevamente, Hugo Chávez. Objeto central de la reunión: un gasoducto de 8 mil kilómetros de extensión, que proveería de gas proveniente de Venezuela a Brasil y a la Argentina. Este gasoducto de 8 mil kilómetros de extensión, que tendría un costo estimado de unos 20 mil millones de dólares, sería financiado obviamente por Venezuela.
Y, por último, hay un cuarta tendencia en la región que es la siguiente: el repliegue norteamericano desde el 2001, la ausencia norteamericana de América del Sur en términos políticos estratégicos de seguridad, fue acompañada por la irrupción de un candidato a ejercer el poder de liderazgo hegemónico en la región, respaldado y propuesto para cumplir ese papel por los Estados Unidos, que era Brasil. Es allí cuando, en esa etapa inicial de surgimiento propuesta del nuevo liderazgo de un nuevo centro de poder hegemónico regional, Brasil, surgió y se desarrolló la denominada Confederación de Países Sudamericanos, que tuvo incluso una reunión fundadora en Cuzco, Perú. Esta Confederación de Países Sudamericanos era la Comunidad Andina de Naciones, más el Mercosur más Chile, todos siguiendo el liderazgo regional hegemónico de Brasil , que a su vez en ese momento pretendía convertirse en miembro permanente del Consejo de Seguridad. De las Naciones Unidas De pronto, en Brasil estalló, o mejor dicho, para quitarle dramatismo tan del gusto argentino, se dio a conocer, se hizo público, el sistema de financiamiento de la coalición oficialista que desplegaba de manera sistemática, organizada, institucional, el partido gobernante. Este sistema de financiamiento tenía un carácter mensual, abarcaba la mayoría del Congreso brasileño, que recibía una suma mensual en cada una de sus manifestaciones políticas como contraprestación al hecho de que no participaban en la administración central, es lo que se ha denominado el “mensalao”. El inconveniente fue que, al hacerse pública la revelación de esta estructura de financiamiento de la coalición oficialista, golpeó directamente en la legitimidad política del presidente Lula y del Partido de los Trabajadores. El resultado fue la total parálisis de Brasil en el campo externo. Desapareció, se esfumó, la Comunidad de Países Sudamericanos. Desaparece Brasil como protagonista del líder hegemónico. A pesar de los incentivos y el respaldo de los Estados Unidos, Brasil no está. Conclusión, al menos provisoria: repliegue norteamericano, parálisis brasileña, crecimiento extraordinario de la influencia y de la presencia política financiera de Venezuela y de Hugo Chávez en toda la región. Ayer, el presidente Evo Morales de Bolivia ha dado a conocer el decreto de nacionalización del petróleo y del gas boliviano. Tiene dos componentes fundamentales este decreto histórico. Es la tercera nacionalización del petróleo y del gas en la historia de Bolivia: 1937, 1969, 2006. El primero es que se establece que el total de los recursos petroleros y gasíferos de Bolivia queda en manos del Estado y esto es de aplicación inmediata, porque fue ejecutada a través del Ejército boliviano. El 82% del total de los ingresos quedan en manos del Estado, el 18% restante de las empresas transnacionales. Estas empresas transnacionales son las que en los últimos 10 años invirtieron en Bolivia 3500 millones de dólares. Con este 18%, las empresas transnacionales radicadas en Bolivia tienen que pagar los salarios de su personal, pagar los impuestos y mantener la infraestructura, enorme infraestructura, que han desarrollado en estos años. Luego hay una segunda característica de este decreto nacionalizador y es que el Estado se hace cargo del 51% de las acciones de todos los activos de todas las empresas transnacionales del país. Conviene fijar un poco más la atención sobre el contenido específico de este decreto nacionalizador. Las empresas transnacionales que han invertido 3500 millones de dólares en Bolivia en 10 años son 8, pero las 3 fundamentales son, en orden de importancia, Petrobras de Brasil obviamente, Repsol YPF de España y Total de Francia. Dentro de estas inversiones realizadas por las empresas transnacionales, las 2 refinerías que existen en Bolivia son obra de la inversión y, por lo tanto propiedad, de Petrobras, que a su vez se encarga de exportar el gas bolviano a su país. Esto fue ayer, pero la semana pasada, hace 4 días, el presidente Evo Morales de Bolivia se reunió en un tercer cónclave en América Latina, porque la reunión tuvo lugar en La Habana, Cuba, con el presidente Fidel Castro de Cuba y el presidente Hugo Chávez de Venezuela. Evo Morales, Chávez, Fidel Castro, o para ser más estrictos, primero Chávez, segundo Fidel Castro y tercero Evo Morales, allí decidieron constituir una Asociación de los Pueblos Latinoamericanos, integrada por ellos 3, para enfrentar el ALCA, por un lado, y los procesos de integración actualmente existentes por el otro, lo que en América del Sur significa básicamente la Comunidad Andina de Naciones y el Mercosur. El decreto nacionalizador dado a conocer ayer por Evo Morales, abreviando, afecta fundamentalmente a la empresa estatal brasileña Petrobras. El cálculo que hacen en Brasil hoy sobre la expropiación es de aproximadamente 2 mil millones de dólares, 2 mil millones de dólares expropiados a Petrobras de los 3500 en total invertidos. La segunda empresa después de Petrobras expropiada ayer, confiscada ayer, se llama Repsol YPF de capital español. Ahora, permítanme algunas redundancias, simplemente por un requisito retórico: el presidente de Brasil es Luis Ignacio Lula Da Silva, del Partido de los Trabajadores, el presidente del gobierno español se llama José Rodríguez Zapatero, del Partido Socialista Obrero Español. O, dicho de otra manera, acá lo que ha habido ayer es un alineamiento de Evo Morales con Hugo Chávez en contra de Brasil y de Luis Ignacio Lula Da Silva. Esto pareciera indicar un cambio en el equilibrio de poder, para llamarlo de alguna manera, de toda la región. Pareciera, en definitiva, que el decreto de ayer es el punto donde las paralelas convergen, esta imposibilidad matemática que sin embargo Aldo Moro demostró que era posible. Pareciera haber encontrado también un punto real de encuentro ayer en Bolivia.
Una última observación, muy breve, de carácter muy esquemático sobre específicamente la Argentina de los últimos 3 años. Hay una suerte de consenso entre los economistas más distinguidos de la Argentina, que decir que son de signo liberal o neo liberal es un prorasmo, sobre el siguiente punto: el gobierno de Kirchner en estos 3 años ha logrado superávit fiscal y superávit de cuenta corriente. En definitiva, ha hecho lo que ningún otro gobierno argentino ha logrado. Había logrado, por lo tanto, en una economía mundial en expansión teniendo superávit fiscal y superávit de cuenta corriente, el consenso de los economistas liberales o neo liberales, que son el corazón de la profesión en sus sectores más reconocidos y de mayor prestigio. Lo que se afirma es que, en realidad, estarían dadas las condiciones para un crecimiento sostenido de la Argentina en el largo plazo en una economía mundial en expansión. Y que, si bien se reconoce que en este gobierno y con este sistema no hay ninguna seguridad jurídica y hay un intervencionismo creciente del Estado y una notoria arbitrariedad en la acción de gobierno, se sostiene que, dada la estabilidad lograda mediante el superávit fiscal y el superávit de cuenta corriente en una economía mundial en expansión, la Argentina saldría del ciclo de expansión crisis, expansión crisis, lo que en la jerga profesional se llama “stop and go”, de los últimos 50 años. Como la Argentina hace 3 años que crece al 9% anual y las previsiones para este año, el cuarto, es que crezca algo semejante al 9% anual, entre 7, 8 y 9, más cerca del 9 que del 7, sería el cuarto año consecutivo de expansión de la economía argentina. Hay un inconveniente y es el siguiente, y con esto termino: en los últimos 50 años de la historia argentina, cada 5 o 7 años en la Argentina hay una crisis fiscal, monetaria, de consecuencias económicas, de raíz política. La estabilidad en la Argentina no está en el plano fiscal ni monetario ni de cuenta corriente. Está en lo previo, que es la estabilidad política. Sugiero, y termino, que el problema principal del gobierno de Kirchner en su tercer año es la debilidad intrínseca de su poder político, en condiciones de disolución acelerada de las bases comunes que tiene la convivencia argentina.
|
Jorge Castro , 06/05/2006 |
|
 |